Roberto Juarroz
Me ha despertado una palabra entre mis labios, una palabra que parecía pronunciarse a sí misma. ¿Tendrán acaso algunas palabras la autonomía suficiente para ejercer su propia iniciativa, articular los órganos precisos y ascender la cuesta del sonido? ¿Y quizá alguna de esas palabras no podrá también prescindir de las formalidades habituales, descartar la fonética y generarse a solas, por su cuenta? Tal vez mañana venga otra palabra, que nadie ha pronunciado, a entreabrirme los labios desde afuera. Entonces perderé para siempre la administración fugaz de mi silencio y el control engañoso de mi voz. Conectarse Últimos temas Buscar John Donne
| Engendro anglo lingüístico Miér 21 Dic 2011 - 10:43 por Isabel Por: Patricia Pedraza Twitter, facebook, y bullying son entre otras de las palabras en inglés, que más se están usando en la lengua de nosotros los hispanohablantes debido a la era de las famosas redes sociales. Es decir, este 2011 nos “agringamos” más de la cuenta. Y la triste realidad es que a éste fenómeno no se le ve fin. Las pronunciaciones de estos vocablos en inglés por algunos hispanohablantes están como para hacerle competencia al asoleado por la prensa, Enrique Peña Nieto y a Joaquín López Dóriga cuando entrevistó a Anthony Hopkins .Y la verdad es que se entiende que no están hablando en su primera lengua, pero entonces digo yo; ¿por qué no usar un término en español como debe ser en lugar de andar con esos inventos y falta de identidad de nuestra lengua? Facebook, no existe en el diccionario de la Real Academia Española, por ende todo hispanohablante lo hemos adaptado así en nuestra lengua con su pronunciación en inglés. Twitter quiere decir acción y efecto de gorjear, o cantar, que se puede aplicar a una persona o un pájaro. Sin embargo gorjear, es usado también en América como burla, según nuestra máxima autoridad en la lengua española –REA-Esta palabra por ejemplo en nuestros países latinos le damos el acento fuerte del norte a twitter en la doble ‘t’, cuando debería ser un poco suave y delicado. Sin duda alguna siempre vamos a estar bombardeados con los léxicos que se inventan en inglés en el mundo de las redes cibernéticas y más cuando su popularidad la hacen crecer los mismos usuarios, en este caso las nuevas generaciones son las que más influyen. Y sobre todo, que no hay traducción para ellos, así ni aunque Miguel de Cervantes Saavedra llore, y Shakespeare ría, los seguiremos usando porque es el lenguaje técnico de la nueva era. Lo que no estoy de acuerdo para nada es con el término bullying en Latinoamérica y mi México en especial. Esta palabra tiene varios significados en español y me parece una terrible falta de respeto a nuestra lengua y que las autoridades de educación no hayan hecho nada al respecto. Bullying quiere decir – intimidación, acoso, hostigamiento, molestar o burlarse de alguien insistentemente- ¡Bullying no existe en ningún diccionario en español! ¡Por qué tratar de imponer una palabra que no es nada fácil de pronunciar ni siquiera para los hispanohablantes que viven en contacto directo con el inglés en Estados Unidos¡ Si usted le pregunta a alguna abuela sobre el bullying, ella le va a decir ¿ “bu… qué mija? Por supuesto que no saben ni de que se les está hablando y no solo abuelas, hay también padres, jóvenes y niños que no saben ni que quiere decir, mucho menos como pronunciarla. Así es nuestro pueblo. Entonces, ¿por qué insistir en el uso de esa palabra gringa? Creo que las campañas del Alto al Bullying como las está promoviendo Ninel Conde, quien se queja de ser víctima de acoso u hostigamiento podrían tener más valor, aprecio y concientización en nuestra gente si usáramos los términos correctos en nuestra propia lengua. La costumbre se hace ley y los que más influyen en el uso de estos nuevos anglicismos son los medios de comunicación. Nuestro pueblo está en las manos de lo que se ve y se oye en la radio y la televisión pues en cada hogar mexicano o latino existe una televisión o un radio prendido, todo el día. ¡Ya se imaginará usted a todo lo que están expuestos! Nuestro español vale mucho, no permitamos que nuestro rico idioma se convierta en un engendro anglo lingüístico. “Como sigamos destruyendo con tanta tenacidad el idioma castellano, no tardará en llegar el día en que tendremos que levantar la mirada hacia el cielo para ver como pasa volando en perfecta ortografía, en deliciosa sintaxis- un elegante párrafo de gaviotas altas” ~ José Luis Alvite periodista español~ Síganme en: http://www.linkedin.com/pub/patricia-pedraza https://www.facebook.com/pages/patricia-pedraza https://www.facebook.com/pages/Texas-School-of-Languages http://www.hoytamaulipas.net/notas/48774/Engendro-anglo-ling%C3%BCistico.html Comentarios: 0 | PROPÓSITOS DE ESTE FORO
El principal propósito al crear este foro fue que los estudiantes de la Licenciatura en Lingüística de la Universidad de Sonora, en primera instancia, pero en realidad cualquier estudiante de lingüística, cuente con un espacio en donde pueda exponer sus dudas y obtener respuestas sobre temas relacionados con esta área del conocimiento; un lugar en donde pueda compartir experiencias de su vida académica o cualquier tipo de información que considere relevante con otras personas con los mismos intereses. Se pretende también que sea un sitio que ayude a aquellos que apenas se encuentran en la encrucijada de escoger una carrera universitaria, para que puedan tomar una decisión a partir de la información y las experiencias encontradas en este lugar. JULIO CORTÁZAR
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan como pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Míralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... Sí, pero también está dicho que las moscas muertas hacen heder el perfume del perfumista. En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí, a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Roc... Logos, faute éclatante. Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta. ¿Evitarían las connotaciones, raíz del engaño? Honneur des hommes, etc. Sí, pero un honor que se deshonra a cada frase, como un burdel de vírgenes si la cosa fuera posible... Extracto del capítulo 93 de Rayuela. Pablo Neruda
…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como perlas de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Que buen idioma el mío, que buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de la tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras. Extracto de Confieso que he vivido
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