Conectarse
Últimos temas
Buscar
Sitios de interés
Temoa. Portal de Recursos Educativos Abierto
Terralingua. Unity in biocultural diversity
Biblioteca virtual Miguel de Cervantes
Círculo de lingüística aplicada a la comunicación
Corpus Histórico del Español en México
LINGMEX. Bibliografía Lingüística de México desde 1970
Revista de Lingüística y Lenguas Aplicadas
Summer Institute of Linguistics
Diccionario de partículas discursivas del español
Academia Mexicana de la Lengua
Instituto Lingüístico de Verano en México
Multilinguale. Le esperanto XXI century
SOROSORO. ¡Para que las lenguas del mundo vivan!
Association for Linguistic Typology
Argumentos más vistos
Seguridad o resistencia civil; ¡ya basta!: Javier Sicilia
Página 1 de 1.
Seguridad o resistencia civil; ¡ya basta!: Javier Sicilia
El poeta señala que 'la realidad nos puso en estado de emergencia nacional'. 'Urge un pacto con justicia y dignidad entre ciudadanos, gobiernos e instituciones', añade. Pide renuncia de Genaro García Luna para saber si el Presidente escuchó a la marcha.
Sin diferencias significativas con peticiones de otras marchas ciudadanas, concluyó el discurso del poeta Javier Sicilia en un Zócalo a medio llenar.
Inesperadamente, el líder del Movimiento por la Paz con Dignidad y Justicia pidió la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, a diferencia de Alejandro Martí, quien hizo la misma petición años antes sin nombre y apellido.
Sicilia pronunció un discurso con una fuerte carga política, habló de boicotear las elecciones del 2012 si los partidos no limpiaban sus filas de nexos con el crimen organizado y pidió la aprobación de las candidaturas ciudadanas, entre una serie de cambios para reconstruir el sistema político y reconstruir el tejido social.
Sicilia fue directo, amenazó con encabezar la resistencia si no se garantizaba la seguridad de los ciudadanos y el gobierno tomaba medidas para desmilitarizar la lucha contra el crimen organizado.
PACTO SOCIAL
Tras cuatro días de caminata de Cuernavaca al Zócalo de la ciudad de México, la “Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad” concluyó con una advertencia: “O nos unimos todos, ciudadanos, gobernantes y políticos, a un nuevo pacto social que tenga paz, justicia y dignidad como premisas, o México se hunde en una fractura de consecuencias impredecibles”.
El poeta Javier Sicilia consideró que es urgente que los políticos comprendan porqué el país está en “emergencia nacional”, pues de no hacerlo llevarán a México a ser un país más terrible de lo que ya es.
Exigió hacer este compromiso para que la nación pueda rehacer su suelo, “un pacto en el que se reconozca y se asuman las responsabilidades de todos y que al final permita recuperar el presente y futuro de los niños y jóvenes para que dejen de ser las víctimas de esta guerra o el ejército de reserva de la delincuencia”.
Sicilia aseveró que de no lograrse este pacto sólo se podrá heredar un país sumido en el desamparo, en el temor, en la indolencia, lleno de cinismo, de brutalidad y engaño, en donde reinan los señores de la muerte, de la ambición, del poder desmedido y de la complacencia y la complicidad con el crimen.
“Nuestro México, nuestra casa, está rodeada de grandezas, pero también de grietas y de abismos que al expandirse por descuido, complacencia y complicidad, nos han conducido a esta espantosa desolación”, precisó.
El poeta que comenzó su marcha en la Glorieta de la Paloma en Cuernavaca, Morelos -hace cinco días- afirmó que la clase política se niega a recocer la infame realidad.
“Los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios, las jerarquías de los poderes económicos y religiosos, los gobiernos y las fuerzas policiacas han negado y quieren continuar negando. Una realidad que los criminales, en su demencia, buscan imponernos aliados con las omisiones de los que detentan alguna forma de poder”, espetó.
LAS ELECCIONES DE LA IGNOMINIA
Pese al cansancio y la insolación, el poeta pidió a los políticos reconocer que están perdiendo la representación de la nación.
“Si no lo hacen, y se empeñan en su ceguera, no sólo las instituciones quedarán vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 serán las de la ignominia, una ignominia que hará más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas y Durango, están enterrando la vida del país”, aseguró.
El poeta Sicilia, acompañado siempre de Julián Lebarón, líder de la Iglesia Mormona de Chihuahua, los padres de los 49 niños muertos en la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, dijo que la ciudadanía no acepta ya una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de la corrupción.
“Deben hacer una limpia de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado maniatado y coptado al usar los instrumentos de éste para erosionar las mismas esperanzas de cambio de los ciudadanos”, refirió.
El poeta Sicilia advirtió que sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones “¿porqué cártel y porqué poder fáctico tendremos que votar?”.
Luego de haber caminado por más de ocho horas desde Ciudad Universitaria al Zócalo, indicó que los partidos políticos debilitan a las instituciones, las vuelven vulnerables ante el crimen organizado y sumisas ante los grandes monopolios.
Javier Sicilia refirió que los políticos son los que hacen de la impunidad un modus vivendi y convierten a la ciudadanía en rehén de la violencia.
El poeta, que fue el orador principal en el templete instalado entre Palacio Nacional y la Catedral, explicó que no sólo con el Ejército se puede enfrentar a las bandas del crimen organizado.
“La mal llamada clase política piensa que hay sólo dos formas de enfrentar esa amenaza: administrándola ilegalmente como solía hacerse y se hace en muchos lugares o haciéndole la guerra con el Ejército en las calles como sucede hoy”.
Al recordar las masacres de San Fernando, Tamaulipas en donde se encontraron más de 180 cadáveres, Javier Sicilia criticó que el Gobierno Federal prefiera no ver que hay funcionarios coludidos con el hampa y que a pesar de las pruebas no haga algo al respecto.
También “tundió” a los perredistas en San Lázaro que escondieron a Julio César Godoy Toscano, pese a la existencia de pruebas de corrupción en su contra.
Opinó que Tamaulipas y toda esa zona del país se está convirtiendo en un campo de concentración como Auschwitz, pero que "no vamos a permitir un país policiaco que nada más saca cadáveres".
LA ESPERANZA CIUDADANA
Javier Sicilia añadió que la Ley de Seguridad Nacional no puede reducirse a un asunto militar, pues hacer eso es absurdo.
Consideró que la ciudadanía no tiene porqué seguir pagando el costo de la inercia e inoperancia del Congreso y sus tiempos convertido en chantaje administrativo y banal cálculo político.
Rodeado de activistas sociales del Comité del 68, el Movimiento la Otra Campaña del EZLN, politólogos, amigos y familiares, Javier Sicilia aseguró que los partidos impiden la reforma política y bloquean los instrumentos legales que permitirían a la ciudadanía una representación digna y eficiente.
En este sentido abundó que es necesaria esta reforma para que se controlen todo tipo de abusos y que contemple la revocación del mandato y el plebiscito.
QUE LE CORTEN LA CABEZA
Interrumpido en varias ocasiones por el “¡Fuera Calderón!, que el mismo poeta confundió con el ¡Muera Calderón!, lanzó el reto al jefe del Ejecutivo: “Que renuncie el secretario de Seguridad Pública Federal”.
“Quiero pedir la renuncia del secretario de Seguridad Pública (Genaro García Luna). Queremos oír un mensaje del Presidente de la República (Felipe Calderón) con esa renuncia diciendo que sí nos oyó”.
Y EL ZÓCALO ENMUDECIÓ
En el cielo aún se alcanzaban a ver los globos blancos que los asistentes a la marcha soltaron en señal de “grito desesperado de paz”. Sicilia, quien era observado por sacerdotes huicholes, niños, señoras, ancianos y al menos ocho mil policías del Gobierno del Distrito Federal, destacó lo que significa el silencio.
“Hemos llegado así, en silencio, porque nuestro dolor es tan grande y tan profundo, y el horror del que proviene tan inmenso, que ya no tienen palabras con qué decirse. Es también porque a través de ese silencio nos decimos, y les decimos a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad de este país, que no queremos un muerto más a causa de esta confusión creciente que sólo busca asfixiarnos, como asfixiaron el aliento y la vida de mi hijo Juan Francisco”, recriminó.
El poeta sostuvo que la marcha tiene como propósito dejarles en claro a los políticos que el dolor de haber perdido a un ser querido, el dolor del alma en los cuerpos, no se convertirá en odio ni en más violencia, sino en una palanca que ayude a restaurar el amor, la paz, la justicia y la dignidad.
Y fue entonces cuando las más de 80 mil almas enmudecieron. “Hagamos un silencio más de 5 minutos en memoria de nuestros muertos, de la sociedad cercada por la delincuencia y un Estado omiso, y como una señal de la unidad y de la dignidad de nuestros corazones que llama a todos a refundar la Nación”.
Como fondo de ese silencio se escuchó el repicar de unas campanas y la música prehispánica de los danzantes del “Templo Mayor”. “Hagámoslo así porque el silencio es el lugar en donde se recoge y brota la palabra verdadera, es la hondura profunda del sentido, es lo que nos hermana en medio de nuestros dolores, es esa tierra interior y común que nadie tiene en propiedad y de la que, si sabemos escuchar, puede nacer la palabra que nos permita decir otra vez con dignidad y una paz justa el nombre de nuestra casa: México”.
LOS ROSTROS QUE SE SUMARON
Aunque se tenía prevista la salida de Ciudad Universitaria a las 7 de la mañana, el contingente retrasó hora y media su partida, ya que hasta “Las Islas” llegaron María Elena Morera, presidenta de Causa en Común A. C., e Isabel Miranda de Wallace, quien, por cierto, no fue bien recibida por los manifestantes (excepto Sicilia).
Hasta el sábado por la tarde sólo habían caminado por la autopista México-Cuernavaca, y las calles del DF, 800 personas, pero conforme la procesión fue avanzando por la Avenida Insurgentes, de un momento a otro la gente fue apareciendo decidida a marchar. Algunos lanzaban insultos contra el Presidente Calderón; otros en silencio iban llorando la pérdida de un familiar.
Muchos más taparon sus bocas con cinta canela y otros salían a las calles a ofrecer agua.
“Calderón, escucha a tu pueblo, para esta guerra”, se leía en una de las cientos de pancartas y mantas que fueron apareciendo al paso de esta manifestación.
Algunos sacerdotes católicos también salieron a dar la bendición, otros vecinos a dar el pésame al poeta por el hijo asesinado y, al grito de “todos somos Juan Francisco”, Javier Sicilia desfiló por Avenida Universidad.
Así también llegaron integrantes del movimiento de San Salvador Atenco, de El Barzón, incluso Alejandro Solalinde, coordinador del albergue para migrantes "Hermanos del Camino".
Durante su estancia en el contingente guardaron un minuto de silencio por la paz, la justicia del país y por el descanso eterno de un integrante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
LA RESPUESTA NO SE HIZO ESPERAR
Sicilia lanzó las propuestas y la Secretaría de Gobernación no tardó en reaccionar; la dependencia que encabeza Francisco Blake reconoció que proporcionar seguridad a sus ciudadanos le corresponde a todos los niveles de gobierno y reiteró que el Ejército es pieza clave para lograrlo.
“Las fuerzas federales trabajan, precisamente, para proteger a los mexicanos de quienes tienen por forma de vida el homicidio, el secuestro, la extorsión y el tráfico y distribución de droga y personas. Su presencia hoy es indispensable ante la falta de capacidades de diversas corporaciones policiales estatales y municipales para enfrentar con eficiencia a la delincuencia”.
LUCHADORES SOCIALES, DETRÁS DE MARCHAS POR LA PAZ
El nombre del escritor Javier Sicilia se sumó a los de María Elena Morera, Josefina Ricaño de Nava, Nelson Vargas Basáñez, Isabel Miranda de Wallace, Eduardo Gallo y Tello y Alejandro Martí, considerados los “pilares” de los movimientos sociales de mayor relevancia contra la inseguridad, violencia, injusticia y corrupción que “ahogan al país”.
Al “Ya Basta”, “Eso es no tener madre” y “Si no pueden renuncien” se les unió el “Estamos hasta la Madre”, slogan utilizado por la marcha que desde Cuernavaca, Morelos, encabezó, con destino a la capital del país, el también poeta Sicilia, cuyo hijo, Juan Francisco, fue asesinado por el crimen organizado. A este llamado se sumó el de la familia LeBarón y la finada Marisela Escobedo, ambos casos en el estado de Chihuahua, donde todos exigen a los tres niveles de gobierno, en particular el federal, seguridad, justicia y paz social.
Los “pilares” de los movimientos sociales-ciudadanos sufrieron la pérdida de algún miembro de su familia o cuando menos fue lastimado por sus plagiarios, los que, en la mayoría de las ocasiones, hicieron efectivos los rescates sin cumplir su palabra de no causar daño a las víctimas.
En el caso de Doña Josefina Ricaño de Nava, fundadora –el 11 de noviembre de 1997- de México Unido Contra la Delincuencia, ésta sufrió la privación ilegal y de la vida de su hijo Raúl, mientras el esposo de María Elena Morera, también presidenta de la misma organización, el empresario Pedro Galindo, fue secuestrado y mutilado (de varios dedos de las manos) por la organización criminal de “Los Colmenos”, sin que a la fecha se haya dictado sentencia condenatoria contra los responsables.
Respecto al empresario Alejandro Martí, integrantes de la banda de plagiarios de “La Flor” o “Los Petricciolet” privaron de su libertad, la mañana del 4 de junio de 2008, a su hijo Fernando, de 14 años de edad, a pesar de que éste viajaba en un automóvil protegido por un escolta y su chofer.
Semanas después, en el sur de la ciudad, fueron hallados los restos del menor de edad, quien fue ejecutado, no obstante que, se asegura, se pagó un rescate.
Por lo que hace al ex presidente de la Comisión Nacional del Deporte, el profesor Nelson Vargas Basáñez, la empresa criminal de los “Los Rojos”, de la que formaba parte uno de sus ex empleados, plagió y asesinó a su hija Silvia Vargas Escalera.
“Eso es no tener madre”, respondió el profesor cuando se le dijo que las autoridades afirmaban no tener indicios respecto a los responsables, pese a que gran parte de las investigaciones las había realizado él.
Las tragedias vividas por Isabel Mirada de Wallace, lideresa de la organización “Alto al Secuestro”, y Eduardo Gallo y Tello, ex presidente de México Unido Contra la Delincuencia, la primera perdió a sus hijo Hugo Alberto Wallace Miranda, y el segundo a su hija Paola Gallo Delgado, a manos de “cobardes secuestradores”.
Sin diferencias significativas con peticiones de otras marchas ciudadanas, concluyó el discurso del poeta Javier Sicilia en un Zócalo a medio llenar.
Inesperadamente, el líder del Movimiento por la Paz con Dignidad y Justicia pidió la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, a diferencia de Alejandro Martí, quien hizo la misma petición años antes sin nombre y apellido.
Sicilia pronunció un discurso con una fuerte carga política, habló de boicotear las elecciones del 2012 si los partidos no limpiaban sus filas de nexos con el crimen organizado y pidió la aprobación de las candidaturas ciudadanas, entre una serie de cambios para reconstruir el sistema político y reconstruir el tejido social.
Sicilia fue directo, amenazó con encabezar la resistencia si no se garantizaba la seguridad de los ciudadanos y el gobierno tomaba medidas para desmilitarizar la lucha contra el crimen organizado.
PACTO SOCIAL
Tras cuatro días de caminata de Cuernavaca al Zócalo de la ciudad de México, la “Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad” concluyó con una advertencia: “O nos unimos todos, ciudadanos, gobernantes y políticos, a un nuevo pacto social que tenga paz, justicia y dignidad como premisas, o México se hunde en una fractura de consecuencias impredecibles”.
El poeta Javier Sicilia consideró que es urgente que los políticos comprendan porqué el país está en “emergencia nacional”, pues de no hacerlo llevarán a México a ser un país más terrible de lo que ya es.
Exigió hacer este compromiso para que la nación pueda rehacer su suelo, “un pacto en el que se reconozca y se asuman las responsabilidades de todos y que al final permita recuperar el presente y futuro de los niños y jóvenes para que dejen de ser las víctimas de esta guerra o el ejército de reserva de la delincuencia”.
Sicilia aseveró que de no lograrse este pacto sólo se podrá heredar un país sumido en el desamparo, en el temor, en la indolencia, lleno de cinismo, de brutalidad y engaño, en donde reinan los señores de la muerte, de la ambición, del poder desmedido y de la complacencia y la complicidad con el crimen.
“Nuestro México, nuestra casa, está rodeada de grandezas, pero también de grietas y de abismos que al expandirse por descuido, complacencia y complicidad, nos han conducido a esta espantosa desolación”, precisó.
El poeta que comenzó su marcha en la Glorieta de la Paloma en Cuernavaca, Morelos -hace cinco días- afirmó que la clase política se niega a recocer la infame realidad.
“Los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios, las jerarquías de los poderes económicos y religiosos, los gobiernos y las fuerzas policiacas han negado y quieren continuar negando. Una realidad que los criminales, en su demencia, buscan imponernos aliados con las omisiones de los que detentan alguna forma de poder”, espetó.
LAS ELECCIONES DE LA IGNOMINIA
Pese al cansancio y la insolación, el poeta pidió a los políticos reconocer que están perdiendo la representación de la nación.
“Si no lo hacen, y se empeñan en su ceguera, no sólo las instituciones quedarán vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 serán las de la ignominia, una ignominia que hará más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas y Durango, están enterrando la vida del país”, aseguró.
El poeta Sicilia, acompañado siempre de Julián Lebarón, líder de la Iglesia Mormona de Chihuahua, los padres de los 49 niños muertos en la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, dijo que la ciudadanía no acepta ya una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de la corrupción.
“Deben hacer una limpia de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado maniatado y coptado al usar los instrumentos de éste para erosionar las mismas esperanzas de cambio de los ciudadanos”, refirió.
El poeta Sicilia advirtió que sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones “¿porqué cártel y porqué poder fáctico tendremos que votar?”.
Luego de haber caminado por más de ocho horas desde Ciudad Universitaria al Zócalo, indicó que los partidos políticos debilitan a las instituciones, las vuelven vulnerables ante el crimen organizado y sumisas ante los grandes monopolios.
Javier Sicilia refirió que los políticos son los que hacen de la impunidad un modus vivendi y convierten a la ciudadanía en rehén de la violencia.
El poeta, que fue el orador principal en el templete instalado entre Palacio Nacional y la Catedral, explicó que no sólo con el Ejército se puede enfrentar a las bandas del crimen organizado.
“La mal llamada clase política piensa que hay sólo dos formas de enfrentar esa amenaza: administrándola ilegalmente como solía hacerse y se hace en muchos lugares o haciéndole la guerra con el Ejército en las calles como sucede hoy”.
Al recordar las masacres de San Fernando, Tamaulipas en donde se encontraron más de 180 cadáveres, Javier Sicilia criticó que el Gobierno Federal prefiera no ver que hay funcionarios coludidos con el hampa y que a pesar de las pruebas no haga algo al respecto.
También “tundió” a los perredistas en San Lázaro que escondieron a Julio César Godoy Toscano, pese a la existencia de pruebas de corrupción en su contra.
Opinó que Tamaulipas y toda esa zona del país se está convirtiendo en un campo de concentración como Auschwitz, pero que "no vamos a permitir un país policiaco que nada más saca cadáveres".
LA ESPERANZA CIUDADANA
Javier Sicilia añadió que la Ley de Seguridad Nacional no puede reducirse a un asunto militar, pues hacer eso es absurdo.
Consideró que la ciudadanía no tiene porqué seguir pagando el costo de la inercia e inoperancia del Congreso y sus tiempos convertido en chantaje administrativo y banal cálculo político.
Rodeado de activistas sociales del Comité del 68, el Movimiento la Otra Campaña del EZLN, politólogos, amigos y familiares, Javier Sicilia aseguró que los partidos impiden la reforma política y bloquean los instrumentos legales que permitirían a la ciudadanía una representación digna y eficiente.
En este sentido abundó que es necesaria esta reforma para que se controlen todo tipo de abusos y que contemple la revocación del mandato y el plebiscito.
QUE LE CORTEN LA CABEZA
Interrumpido en varias ocasiones por el “¡Fuera Calderón!, que el mismo poeta confundió con el ¡Muera Calderón!, lanzó el reto al jefe del Ejecutivo: “Que renuncie el secretario de Seguridad Pública Federal”.
“Quiero pedir la renuncia del secretario de Seguridad Pública (Genaro García Luna). Queremos oír un mensaje del Presidente de la República (Felipe Calderón) con esa renuncia diciendo que sí nos oyó”.
Y EL ZÓCALO ENMUDECIÓ
En el cielo aún se alcanzaban a ver los globos blancos que los asistentes a la marcha soltaron en señal de “grito desesperado de paz”. Sicilia, quien era observado por sacerdotes huicholes, niños, señoras, ancianos y al menos ocho mil policías del Gobierno del Distrito Federal, destacó lo que significa el silencio.
“Hemos llegado así, en silencio, porque nuestro dolor es tan grande y tan profundo, y el horror del que proviene tan inmenso, que ya no tienen palabras con qué decirse. Es también porque a través de ese silencio nos decimos, y les decimos a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad de este país, que no queremos un muerto más a causa de esta confusión creciente que sólo busca asfixiarnos, como asfixiaron el aliento y la vida de mi hijo Juan Francisco”, recriminó.
El poeta sostuvo que la marcha tiene como propósito dejarles en claro a los políticos que el dolor de haber perdido a un ser querido, el dolor del alma en los cuerpos, no se convertirá en odio ni en más violencia, sino en una palanca que ayude a restaurar el amor, la paz, la justicia y la dignidad.
Y fue entonces cuando las más de 80 mil almas enmudecieron. “Hagamos un silencio más de 5 minutos en memoria de nuestros muertos, de la sociedad cercada por la delincuencia y un Estado omiso, y como una señal de la unidad y de la dignidad de nuestros corazones que llama a todos a refundar la Nación”.
Como fondo de ese silencio se escuchó el repicar de unas campanas y la música prehispánica de los danzantes del “Templo Mayor”. “Hagámoslo así porque el silencio es el lugar en donde se recoge y brota la palabra verdadera, es la hondura profunda del sentido, es lo que nos hermana en medio de nuestros dolores, es esa tierra interior y común que nadie tiene en propiedad y de la que, si sabemos escuchar, puede nacer la palabra que nos permita decir otra vez con dignidad y una paz justa el nombre de nuestra casa: México”.
LOS ROSTROS QUE SE SUMARON
Aunque se tenía prevista la salida de Ciudad Universitaria a las 7 de la mañana, el contingente retrasó hora y media su partida, ya que hasta “Las Islas” llegaron María Elena Morera, presidenta de Causa en Común A. C., e Isabel Miranda de Wallace, quien, por cierto, no fue bien recibida por los manifestantes (excepto Sicilia).
Hasta el sábado por la tarde sólo habían caminado por la autopista México-Cuernavaca, y las calles del DF, 800 personas, pero conforme la procesión fue avanzando por la Avenida Insurgentes, de un momento a otro la gente fue apareciendo decidida a marchar. Algunos lanzaban insultos contra el Presidente Calderón; otros en silencio iban llorando la pérdida de un familiar.
Muchos más taparon sus bocas con cinta canela y otros salían a las calles a ofrecer agua.
“Calderón, escucha a tu pueblo, para esta guerra”, se leía en una de las cientos de pancartas y mantas que fueron apareciendo al paso de esta manifestación.
Algunos sacerdotes católicos también salieron a dar la bendición, otros vecinos a dar el pésame al poeta por el hijo asesinado y, al grito de “todos somos Juan Francisco”, Javier Sicilia desfiló por Avenida Universidad.
Así también llegaron integrantes del movimiento de San Salvador Atenco, de El Barzón, incluso Alejandro Solalinde, coordinador del albergue para migrantes "Hermanos del Camino".
Durante su estancia en el contingente guardaron un minuto de silencio por la paz, la justicia del país y por el descanso eterno de un integrante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
LA RESPUESTA NO SE HIZO ESPERAR
Sicilia lanzó las propuestas y la Secretaría de Gobernación no tardó en reaccionar; la dependencia que encabeza Francisco Blake reconoció que proporcionar seguridad a sus ciudadanos le corresponde a todos los niveles de gobierno y reiteró que el Ejército es pieza clave para lograrlo.
“Las fuerzas federales trabajan, precisamente, para proteger a los mexicanos de quienes tienen por forma de vida el homicidio, el secuestro, la extorsión y el tráfico y distribución de droga y personas. Su presencia hoy es indispensable ante la falta de capacidades de diversas corporaciones policiales estatales y municipales para enfrentar con eficiencia a la delincuencia”.
LUCHADORES SOCIALES, DETRÁS DE MARCHAS POR LA PAZ
El nombre del escritor Javier Sicilia se sumó a los de María Elena Morera, Josefina Ricaño de Nava, Nelson Vargas Basáñez, Isabel Miranda de Wallace, Eduardo Gallo y Tello y Alejandro Martí, considerados los “pilares” de los movimientos sociales de mayor relevancia contra la inseguridad, violencia, injusticia y corrupción que “ahogan al país”.
Al “Ya Basta”, “Eso es no tener madre” y “Si no pueden renuncien” se les unió el “Estamos hasta la Madre”, slogan utilizado por la marcha que desde Cuernavaca, Morelos, encabezó, con destino a la capital del país, el también poeta Sicilia, cuyo hijo, Juan Francisco, fue asesinado por el crimen organizado. A este llamado se sumó el de la familia LeBarón y la finada Marisela Escobedo, ambos casos en el estado de Chihuahua, donde todos exigen a los tres niveles de gobierno, en particular el federal, seguridad, justicia y paz social.
Los “pilares” de los movimientos sociales-ciudadanos sufrieron la pérdida de algún miembro de su familia o cuando menos fue lastimado por sus plagiarios, los que, en la mayoría de las ocasiones, hicieron efectivos los rescates sin cumplir su palabra de no causar daño a las víctimas.
En el caso de Doña Josefina Ricaño de Nava, fundadora –el 11 de noviembre de 1997- de México Unido Contra la Delincuencia, ésta sufrió la privación ilegal y de la vida de su hijo Raúl, mientras el esposo de María Elena Morera, también presidenta de la misma organización, el empresario Pedro Galindo, fue secuestrado y mutilado (de varios dedos de las manos) por la organización criminal de “Los Colmenos”, sin que a la fecha se haya dictado sentencia condenatoria contra los responsables.
Respecto al empresario Alejandro Martí, integrantes de la banda de plagiarios de “La Flor” o “Los Petricciolet” privaron de su libertad, la mañana del 4 de junio de 2008, a su hijo Fernando, de 14 años de edad, a pesar de que éste viajaba en un automóvil protegido por un escolta y su chofer.
Semanas después, en el sur de la ciudad, fueron hallados los restos del menor de edad, quien fue ejecutado, no obstante que, se asegura, se pagó un rescate.
Por lo que hace al ex presidente de la Comisión Nacional del Deporte, el profesor Nelson Vargas Basáñez, la empresa criminal de los “Los Rojos”, de la que formaba parte uno de sus ex empleados, plagió y asesinó a su hija Silvia Vargas Escalera.
“Eso es no tener madre”, respondió el profesor cuando se le dijo que las autoridades afirmaban no tener indicios respecto a los responsables, pese a que gran parte de las investigaciones las había realizado él.
Las tragedias vividas por Isabel Mirada de Wallace, lideresa de la organización “Alto al Secuestro”, y Eduardo Gallo y Tello, ex presidente de México Unido Contra la Delincuencia, la primera perdió a sus hijo Hugo Alberto Wallace Miranda, y el segundo a su hija Paola Gallo Delgado, a manos de “cobardes secuestradores”.
http://impacto.mx/nacional/nota-11098/Seguridad_o_resistencia_civil_ya_basta_Javier_Sicilia
Isabel
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Sáb 14 Ene 2012 - 0:01 por ANTOAGUAYO
» "Soy el último de los míos", Félicie Dubois
Jue 12 Ene 2012 - 10:01 por Isabel
» Arte y técnica del palíndromo
Sáb 7 Ene 2012 - 10:50 por Isabel
» El territorio de las humanidades
Sáb 7 Ene 2012 - 10:46 por Isabel
» Evolución: lengua y cultura
Sáb 7 Ene 2012 - 10:40 por Isabel
» Al pan, pan y al vino, vino
Sáb 7 Ene 2012 - 10:35 por Isabel
» Necesito ayuda.
Dom 1 Ene 2012 - 10:46 por Diani
» ¡Dejemos de encerrar a los mayas en sus pirámides!
Vie 23 Dic 2011 - 11:09 por Isabel
» Engendro anglo lingüístico
Miér 21 Dic 2011 - 10:43 por Isabel
» MyObserver, una solución basada en tecnología lingüística que convierte el ruido de Internet en oportunidades de negocio
Miér 21 Dic 2011 - 10:40 por Isabel
» El gíglico o el arte de sugerir
Mar 20 Dic 2011 - 11:21 por Isabel
» Cortázar y la Vía Láctea
Mar 20 Dic 2011 - 10:36 por Isabel
» Desmárcate: Aprende un idioma inventado
Mar 20 Dic 2011 - 10:24 por Isabel
» "Los amorosos", Jaime Sabines
Dom 18 Dic 2011 - 10:24 por Isabel
» José Agustín: del lenguaje soez al premio de Lingüística y Literatura
Dom 18 Dic 2011 - 10:19 por Isabel
» Nosotros los proles
Dom 18 Dic 2011 - 10:15 por Isabel
» «Mi padre me habló toda la vida en esperanto»
Dom 18 Dic 2011 - 10:08 por Isabel
» Las explicaciones tras nuestra compleja "torre de Babel"
Dom 18 Dic 2011 - 10:03 por Isabel
» Sobre traducción...
Dom 18 Dic 2011 - 9:57 por Isabel
» La RAE completa con un tomo de fonética la 'Nueva gramática de la lengua española'
Dom 18 Dic 2011 - 9:53 por Isabel